Es la última serie a la que me he enganchado. Y he pensado que merecía volver a crear una entrada de "frases de series", ya que hay muchas dignas de recordar.
- Bella Ciao
- El amor es una buena razón para que todas las cosas fallen. (Tokio)
- Tú y yo quedamos en que era un machista, ¿no? Pues las mujeres y los maricas primero. (Berlín).
- Soy más bien de huir, en cuerpo y alma. Y si no puedo llevar mi cuerpo, al menos que escape mi alma. (Tokio)
- Somos muy pequeños. Como ratones que tienen que ir a por la vida haciendo agujeros porque no tenemos ni idea de otra cosa para hacer. (Moscú)
- Hay gente que se tira años estudiando para ganar un sueldo de mierda. Nosotros sólo vamos a estudiar cinco meses. (El Profesor)
- Empieza el matriarcado. (Nairobi)
- Como en el ajedrez, hay veces que para ganar es necesario sacrificar una pieza. (Tokio)
- Soy la puta ama. (Alison)
- Te han enseñado en la vida a diferenciar de buenos y malos. Si esto lo hacen otras personas, no pasaría nada. (El Profesor)
- Me llamo Tokio, pero cuando comenzó esta historia no me llamaba así. (Tokio)
- Es usted el puto secuestrado del mes. (Nairobi)
- Todos hacemos nuestras propias bolas de nieve con nuestras malas decisiones. (Tokio)
- Ni siquiera oía lo que gritaba, solo quería escribir una puñetera carta de amor. (Tokio)
- No volverán a trabajar en sus vidas. Ni ustedes, ni sus hijos. (El Profesor)
- ¿Te parezco un mamón al que se puede mentir como si le escupieran a la cara? (Berlín)
- quiero las máquinas funcionando las veinticuatro horas. Como si esto fuera una red de Pocholos. Chiqui Pum, Chiqui Pum, Chiqui Pum. (Nairobi)
- El día que iba al matadero apareció mi ángel de la guarda. Pero una nunca sabe a ciencia cierta como es un ángel de la guarda... Y lo que menos te puedes imaginar es que aparezca en un seat ibiza del 92. (Tokio)
- El ladrón es por definición un optimista impenitente, siempre cree que todo va a salir bien. (Tokio)
- Vamos a ser los puñeteros héroes de toda esa gente.
- Dicen que cuando estamos a las puertas de la muerte por fin somos capaces de ver nuestra vida clara. (Tokio)
- ¿Quién quiere un divertidísimo conejo loco? (El profesor, disfrazado de payaso)
- Estoy buscando a gente que no tenga mucho que perder. (El Profesor a Tokio)
- -Tokio: Profesor, ¿qué vamos a robar? - Profesor: La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
- Raquel comprendió de pronto que se había enamorado hasta las trancas del mayor atracador de España. (Tokio)
- 12 años de mi vida saliendo y entrando de la cárcel. ¿Y sabes por qué? Porque no soy muy listo, hijo. Pero en este golpe el cerebro lo pone otro. (Moscú)
- Hueles a muerto. (Berlín a Arturo)
- Hay momentos en la vida en los que habría que tener un puñetero mando a distancia para poder pararla aunque fuera solo 5 minutos. (Tokio)
- Si no pones cadáveres encima de la mesa, ahí afuera no se te respeta. (Berlín)
- ¿Qué hay más humano que intentar sobrevivir? (Tokio)
- En el momento en que haya una sola gota de sangre dejaremos de ser unos "Robin Hood" para convertirnos simplemente en unos hijos de puta. (El Profesor)
- Sólo vemos las consecuencias cuando las tenemos delante. (Tokio)
- Te quiero mucho, hermanito. No lo olvides. (Berlin al profesor)
- De momento no os conocéis y quiero que siga siendo así. No quiero nada de nombres, ni por supuesto relaciones personales. (El Profesor)
- Cuando empezábamos no teníamos ni puñetera idea de cómo nos llamábamos. Pero sabíamos cuáles eran nuestros sueños. (Tokio)
- El amor es lo que nos hace ver la vida de otro color. Y últimamente sólo has visto todo negro. (Madre de Raquel)
- Eramos el puto equipo de Camerún jugando sin zapatos contra Brasil, y todo el mundo quería que ganáramos. (Tokio)
- Podría ser el principio de una hermosa amistad. (Berlin a Tokio)
- Había decidido rescatar a su princesa. Pero le salió el tiro por la culata, porque las princesas también tienen su vida y sus secretos. (Tokio)
- Cariño, te he traído una aspirina. Pero si no me duele la cabeza… Pues entonces a f*** (Berlín)
- Estaré contigo a tumba abierta. (Río a Tokio)
- Me he pasado la vida siendo un poco hijo de puta, pero hoy creo que me apetece morir con dignidad. (Berlín)
- Todas las decisiones que tomamos en el pasado nos llevan inexorablemente hacia el futuro. (Tokio)
- Raquel era una mujer en un mundo de hombres, una madre soltera en mitad del divorcio, una tipa que había aguantado el maltrato de su marido. (Tokio)
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