No somos ni Romeo ni Julieta

Nuestras familias no tendrán que enfrentarse como los Capuleto y los Montesco. A ti no te afecta la
kriptonita ni tienes que vestirte como Superman para salvar a Lois Lane. No tenemos que enfrentarnos a Darth Vader ni a la Estrella de la Muerte como Han Solo y la princesa Leia. No tendré que besar a cien sapos para encontrar a mi príncipe ni hacer que todas mis relaciones fracasen como Mary Jane para darme cuenta de que estoy enamorada de Spiderman. No tendremos que cantar la banda sonora de Grease como Danny y Sandy. Tú no tendrás que comer espinacas como Popeye para salvar a Olivia. No tendremos que vestirnos de rosa como Barbie y Ken ni somos ratones como Micky y Minnie. Yo no tendré que ir como Cenicienta montada en una calabaza convertida en carruaje para ir a ver al príncipe a un baile del que tendré que volver a la medianoche. No tendré que perder mi voz a cambio de que me salgan piernas como a la Sirenita para conocer al príncipe.Tú no tendrás que desear matarme cuando me besas igual que cuando Edward Cullen se acerca a Bella Swam. No hará falta montar en el Titanic como Jack y Rose ni enfrentarnos a las sombras como Molly y Sam en Ghost. No tendremos que enfrentarnos a Valentine ni a Sebastian y su ejército de repudiados como los cazadores de sombras Clary y Jace, ni a los orcos como Tauriel y Kili, ni como Aragorn y Arwen. Como Víctor y Victoria no tendremos que luchar contra el amor roto y una novia cadáver llamada Emily. Ni contra una Navidad catastrófica como Jack y Sally. Ninguno nos debatiremos entre dos amores como le pasó a Elena con Stefan y Damon. No hay necesidad de participar en los Juegos Del Hambre como Katniss y Peeta ni a las 5 facciones como Tris y Cuatro. No esperaremos a que los extraterrestres nos invadan para enamorarnos como lo hicieron Melany y Jared, o Ian y Wanda. No habrá necesidad de hacer frente a la Cruz Negra, ni a fantasmas ni vampiros como Lucas y Bianca. Ni tendremos que plantarle cara al Más Allá como Scarlett y Damen o Charlotte y Eric. No tenemos que vivir mil crisis como los cuquis, como el papuchi y la cuchufleta, como el pelocho y la chihuahua. No habrá manzanas ni serpientes que tentarnos como les ocurrió a Adán y Eva, o como a la mismísima Blancanieves, que tuvo que esperar a su príncipe en una urna de cristal. No tendremos que enfrentarnos a Voldemort como Harry y Giny, o como Ron y Hermione. Nuestro amor no será tan trágico como el de Cleopatra y Marco Antonio, ni empalagoso como el de Allie y Noah, ni tan sadomasoquista como el de Anastasia Steele y Christian Grey. Yo no tendré que irme a San Francisco como Lily para darme cuenta de que más que ser pintora, lo que deseo es estar con Marshall. No tendrán que pasar tantos años para consumar nuestro amor como Chiyo y el Presidente en Memorias de una geisha.